jueves, 29 de abril de 2010

Cuando la cama me da vueltas

Cuando no has podido dormir en las noches, que haces. Sueles levantarte a ver Tv, jugar play, llamas a alguien por el celular, escuchas música, lees, o simplemente tratas de concentrarte y cerrar los ojos para que de una bendita vez puedas conciliar el sueño. Y si no lo haces, alguna vez te ha pasado que en ese intento han pasado tantas horas que ha llegado a amanecer.
Felizmente yo no sufro de insomnio pero en alguna ocasión, por alguna razón no he podido conciliar el sueño como me paso ahora ultimo. En las anteriores oportunidades no hice mucho para combatir mi insomnio temporal y solo me pude acoger a la reverenda paciencia de Morfeo esperando el nada cómodo tiempo de 3 o 4 horas hasta que finalmente la misma inercia (retardada) de mi mente hiciera que duerma sin darme cuenta, aunque sea unas 2 grandísimas horas.
Cuando la cama te da vueltas es una situación incomoda y solo nos consuela el hecho de estar en nuestra cama y que ahí podemos buscar la forma de acomodarnos para empezar a dormir de una buena vez. Pero te imaginas si te encuentras en un lugar ajeno donde la cama no es precisamente lo mejor para dormir. Y si a eso le sumas que tienes que dormir compartiendo la habitación con otras personas en donde, por supuesto nunca faltan, alguien empieza con una elocuente fanfarria boquiabierta, entonces eso te desespera mas aun y solo deseas tirar cualquier cosa a esa persona con tal que calme de una buena vez su molestoso ronquido. Finalmente te puede tocar un compañero de cama, que si no ronca, quizá no te deje dormir, eso es lo peor.
Dicen que cuando roncas no te das cuenta. De solo pensar que yo puedo emitir eso ruido espantoso me da vergüenza. Menos mal que no tengo a nadie quien me escuche, así que estoy a salvo de cualquier crítica mordaz. Lo peor que te puede pasar es una exposición en publico, por ejemplo en un autobús lleno de pasajeros, donde agobiado por el cansancio y el largo viaje, te eches a los brazos de Morfeo y empieces a tomar una posición como mirando al techo, con la boca abierta y explayando de forma inconsciente tu mas desenfadado ronquido viajero.
Volviendo netamente a lo del insomnio, la vez pasada no aguante y decidí hacer algo y no quedarme a merced de mi cama. Decidí ver Tv pero no había nada interesante así que no quería aburrirme y prendí la computadora, entre a internet pero no encontré nada nuevo que hacer, solo encontré a dos blogger que comentar y después nada nuevo. Me puse a jugar Need for Speed, pero el calor que sentía cuando estaba en mi cama volvía otra vez y entonces maldije al motor de mi ventilador de torre, pues ya no funcionaba y convertía mi pequeño cuarto en un caldero. Salí al balcón y pude refrescarme un poco. Desde ahí divise parte del barrio y note que algunos tenían luz en sus habitaciones. Mire el reloj y eran las dos de la mañana y fue donde me pregunte, y qué si salgo a correr. Era algo que no hacia hace mucho tiempo y que en ese instante me pareció interesante, no solo por la hora, sino por la exposición deportiva que iba a someter a mi cuerpo después de tantísimo tiempo. Me puse un buzo con una capucha para aparentar bravura ya que sabía que transitar por las calles del Rímac (Barrio donde vivo)y parte de San Martin Porres (Barrio colindante al Rimac, ambos con tener fama de bravos)no era precisamente una mini maratón de San Silvestre. Lo bueno era que lo iba hacer corriendo así que de alguna manera ya estaba preparado para ser un Usain Bolt si me encontraba con algunos pandilleros. Tuve suerte en mi recorrido olímpico pues era un día de semana apacible y mi ruta hasta la UNI (Universidad Nacional de Ingenieria, a 15 minutos de mi casa) resulto tranquila, mas no para mi cuerpo que a mitad de camino empezó a sentir los estragos de la falta de deporte y entonces pensaba, si se aparecía una horda de pandilleros como carajo corro, si apenas podía trotar, entonces se me ocurría que lo único que me salvaría seria un noble taxista que pasara por ahí y cual película hollywoodense, no me subiría, sino me lanzaría con el vehículo en marcha por la ventana abierta para salvar mi vida. Felizmente nada de eso ocurrió, y lo que si me sorprendió fue la gente de limpieza que trabaja a esas horas y algunos recolectores de botellas que aprovechan las horas de la madrugada para llevarse algo de comer.
Por lo demás, esa noche pude volver a dormir, ya rendido por el cansancio y la refrescante ducha que me propino un adormecimiento encantador que tanto buscaba. Y tú que harías para dormir.

martes, 20 de abril de 2010

Kreativas Confesiones

Primeramente debo agradecer este premio a Alexis de Avenida Rottwailer (de Aniversario), y es un honor responder la tarea de las 7 cosas que no saben de uno , ahi les va:

1. Detesto peinarme, y ahora no lo hago, es decir prácticamente he cambiado de look. Mi pelo debe ser una de las cosas que más odio, aunque a algunos les gusta el color y la forma como se refleja al sol. Envidio a los demás chicos que no tienen el pelo tan rebelde como el mío.

2. Antes era renegón, tanto que en mi antiguo trabajo me habían puesto Gargamel. El stress y las insufribles reglas laborales me habían puesto al borde del colapso. Felizmente todo a cambiado, ya no soy así, al contrario, me paro riendo en el trabajo y hasta de alguna vicisitud laboral.

3. Me gusta el arroz con pollo, en realidad muero por el. Si estuviese acompañado de una ensalada de palta montada encima, siempre lo he dicho, seria la felicidad completa.

4. Siempre uso camisa sport al salir a la calle. No uso polos ni short. Solo lo hago dentro de casa.

5. Me cuesta mucho desenvolverme en mis relaciones interpersonales. Tengo que sentirme cómodo con la otra persona para poder explayarme en toda mi expresión. Sin embargo, cuando me dan la confianza debida, como en el trabajo por el ejemplo, suelo tomar la palabra y me comporto como un líder, Desenvolviéndome de manera fluida, como pez en el agua.

6. Me gusta todo tipo de música que me hace alegrar la vida, el día, la que me llena de animo y entusiasmo, no importa si es una insulsa cumbia, una magistral balada, o una descollante banda de rock. Cualquier canción que mis oídos consideran agradables son bien recibidos. Sin embargo si me dieran a escoger que tres discos para escuchar serian: Duncan Dhu, The Police y Alejandro Sanz.

7. No se bailar. Prefiero decir eso ya que al inicio de toda fiesta me cuesta un montón agarrar el ritmo. Es por eso que a veces prefiero evitar ira a bailar. Aunque confieso que cuando me he encontrado en una fiesta (en una discoteca), y de repente todo calza perfecto, la música, los tragos, el ambiente, me suelo divertir muy bien, y es solo en ese entonces, que no me arrepiento de haber ido a una discoteca.

Ahora permítanme pasar el premio a algunos amigos bloggers:





sábado, 3 de abril de 2010

Los exámenes de admisión

Gracias Mixi, por darme este mi primer premio sin meme!!!

Todas las gracias !!!

Aprovecho este espacio para entregar el premio que buenamente me dio mi amiga Mixi a dos Blogers mas:
http://historiascalidas.blogspot.com/

http://jorgemoreno2012.blogspot.com/
Saludos a ellos y gracias por sus historias.

Cuando fui a la Universidad Garcilaso para rendir mi examen de admisión el domingo 28 de marzo, nunca imagine la enorme cola que rodeaba la facultad de derecho. Llegue un cuarto para las dos y me dirigí al final, divisando los rostros, que al igual que yo, querían una vacante para empezar una nueva vida académica. Me acuerdo que hace tiempo rendí uno, para la San Marcos, y de la misma forma que ahora, una larga cola de estudiantes a la entrada y por supuesto, al igual que ahora, te hacen esperar y esperar como para que te tensiones mas y te olvides todo lo que hasta ese momento has estudiado. Por si esto no fuera poco, una señora que vendía lápices y borradores empezó a gritar a todos los de la cola que apaguemos nuestros celulares, eso no tendría nada de malo, sino fuese que la tan venerable señora lo hacia como si anunciase la venida de un tsunami o un cataclismo y entonces sálvese quien pueda. Yo creo que debería trabajar para la región del Callao, ahí, a orillas de La Punta, para cuando se venga el mar la tía grite con tal pánico que seguro la mitad del Callao escucharía.


Una vez adentro, buscar el aula que te toca y a esperar una interminable hora, teniendo incluso tal dichoso examen en la carpeta. “Es que la hora del examen es a las 3pm, así que a esperar señores”, nos dijo el encargado. No es justo, es como si tu viejita te sirviera tu plato de comida, caliento sobre la mesa y te dijera, “La hora de almuerzo es a las 3, hay que esperar”. Y si tenemos hambre porque esperar, y si nuestros conocimientos están frescos, porque esperar, seguramente quieren que nos nublemos por completo y hacer más interesante su fabuloso examen.

Cuando el encargado nos indica que podemos empezar, la clásica recomendación de siempre, que empecemos por lo más fácil, que no nos detengamos mucho tiempo en una pregunta, como si nunca hubiésemos resuelto un puto examen de alternativas. Te dan 3 horas para que contestes 100 preguntas, lo que quiere decir que tienes menos de 2 minutos por pregunta, lo cual, con el transcurrir del tiempo me doy cuenta que el tipo tenia razón, y sus palabras retumban mas fuerte en mi cerebro a medida que se acaba el tiempo y algunos ya empiezan a entregar la cartilla de respuestas.

Finalmente termino y le pregunto sobre los resultados y me dice hoy a partir de las 8pm en la pagina web o sino mañana temprano. ¿Mañana temprano?, ¿Creen que podremos dormir sin saber si valió la pena tanto esfuerzo? Felizmente esa noche estuvieron los resultados y gracias a Dios, y a mi esfuerzo por supuesto, ingrese. Fue una experiencia que no sentía hace tiempo, solo que esta vez si pude decir que estaba adentro. Me hubiese gustado compartirla con alguien, con algún amigo o algún familiar. Ya llegara el momento en donde los que mas te quieren estén pendientes de ti, entonces la alegría será mejor, mucho mejor.