lunes, 22 de marzo de 2010

Los amores platónicos

En el colegio los hay a montón. Quien no ha tenido uno. Cada uno ha vivido desde su perspectiva un insufrible amor platónico. Los románticos, introvertidos e intelectuales, son los más propensos a tenerlos. Existen diferentes tipos de amores platónicos: Los posibles y los imposibles. Siendo lo primeros los mas sufridos e imperdonables cobardes. Se que suena duro pero es la verdad. Se que algunos podrán maquillar esa palabra con un condescendiente “tímidos”, pero en honor a la verdad, cuando se trata del amor, la timidez no es sino la falta de huevos para decir lo que uno siente a la persona que mas ama.
Ese arrojo de decirle, sin mojar los pantalones, “me gustas”, a la chica que te gusta. Yo he sido uno de ellos y lo reconozco y siempre me he escudado en la cobarde excusa de “no me tirare a la piscina sin agua”. Cuando sabes que no tienes ninguna posibilidad sobre esa muñequita que te quita el sueño, arrugas todito, y destierras por completo esa linda posibilidad de conseguir algo con ella. Lo que debería desterrar es esa apocalíptica frase de “Sabes que vas a perder”, pues nunca me permitió saber si en realidad hubiese pasado algo si se lo decía, mas bien preferí la cómoda posición de dejarlo todo como esta. La vergüenza de ser choteado, aplanado por el dolor de esas fatídicas palabras: “Solo quiero ser tu amiga”, impiden a muchos declararse como se debe, aunque eso signifique ser arrojado de forma inconsolable a la fosa de los desdichados.
Yo creo que uno se quitaría un gran peso de encima si lo hace. Y eso lo tomo de manera general para cualquier miedo que uno pueda tener. Toda persona debe olvidarse de sus miedos, no debe tener ninguno y si eso de ser tímido con el amor de tu vida puede significar un temor , lo mejor es desterrarlo, afrontarlo y estar preparado para lo que sea, lo importante es saber que lo hiciste, esa satisfacción de saber que lo hiciste, puede aplacar de sobremanera esa infelicidad momentánea.
Los mas perdonables, para mi, son los amores que se tienen a las estrellas de cine, música, etc. Sabiéndose imposibles, no se pueden catalogar como verdaderos amores.

Desde la visión filosófica de Platón, que indica el afecto no correspondido, hasta terminar con un ideal, una ilusión, un sueño, hacia la otra persona, hay transiciones interesantes que yo también viví, sobre todo en el colegio, cuando tu ego estaba reducido a la mas mínima expresión, y solo te quedaba fantasear con la chica q te gusta. Imaginar que la tenías cerca y que la besabas cuando querías era lo más hermoso que uno podía pensar en la adolescencia. Pero también podía significar la más triste de todas las frustraciones al saber que eso solo había sido el contenido de una empalagosa ilusión.

Ahora que recuerdo esos tiempos donde no me atrevía a nada, doy gracias a dios por haber crecido y superar gran parte de mis traumas interpersonales. A pesar de ello extraño esos amores donde podías enamorarte de forma limpia y transparente, en donde ni siquiera conocía in situ a la persona amada, solo de lejos, o de vista, como se dice, y sin poder siquiera poder escuchar su voz ni nada que se pudiera dirigir a mí. Fueron largas temporadas de ilusión y de esperanza, una esperanza que se fue diluyendo con el tiempo, pero no del recuerdo de esos amores que te quedan marcados para siempre, y que, a pesar que todos saben que no pasó nada, solo uno sabe cuan feliz fui en mi imaginación. No creo, estoy seguro que ella también sentía lo mismo que yo, puedo jurarlo por lo mas sagrado que tengo en esta vida. Cuando nos cruzábamos e intercambiábamos miradas, una calentura en el estomago, un latido del corazón a mil por hora y un enrojecimiento facial, era el detalle que siempre acompañaba nuestros furtivos cruces, y lo mejor de todo, era que notabas que ella había sentido lo mismo que tú. De esa manera mantenías la poética ilusión de que alguna vez sucediera algo, ese algo que te permitiera conocerla, de saber mas de allá de su nombre y su apellido a lo largo de cuatro años de mongólicas investigaciones.
Ahora cuando encuentro a una chica que me gusta y parezco encontrar semejanzas con mis primeros amores platónicos (dos del colegial), a los pocos días o semanas la conozco y ya no idealizo como cuando tenía 12 años y es más llevadera la cosa. Le puedes decir lo que sientes si piensas que es necesario. Tus prioridades y tus preocupaciones ya no son las mismas, ahora eres mas calculador con tu vida, a no ser que encuentres el amor ideal, aquel que cuando imaginabas te hacia feliz, y que ahora puedes consumarla de manera real.